Hace 200 años todo lo que se encontraba bajo el imperio español era la nación española. El imperio era la nación. Dos siglos más tarde, hay quien se empeña en llamar nación a los restos de aquel imperio. " />


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Gipuzko Buru Batzarra

Berriak

Ezagutzera eman
2014/05/06

Por la fuerza de la razón
Kerman Orbegozo
Parlamentario Vasco

La nación española no ha sido ni es ni será única e indivisible. Y en 2014 todas las aspiraciones políticas deberían poder ser realizables “por la fuerza de la razón".



Hace 200 años todo lo que se encontraba bajo el imperio español era la nación española. El imperio era la nación. Dos siglos más tarde, hay quien se empeña en llamar nación a los restos de aquel imperio.
Por la fuerza de la razón<br>Kerman Orbegozo<br>Parlamentario Vasco

En Semana Santa he tenido la oportunidad de visitar a unos amigos que se encuentran trabajando en Chile. Era un país totalmente desconocido para mí y realmente me encontraba emocionado por la idea de viajar y conocerlo aunque fuera por unos poquitos días. Cuando llegamos a la capital Santiago me impresionó su extensión, sus altísimos rascacielos compitiendo con las elevadas cumbres nevadas que rodean la ciudad, el ajetreo de gente, el bullicio de sus calles y el patriotismo de los chilenos. Llamaba la atención la cantidad de banderas que pudimos ver en lo más alto de los cerros y en edificios tanto públicos como privados de la ciudad, en los balcones, en los coches e incluso en muchas motocicletas. Especialmente porque mi visita coincidió con la celebración del Aberri Eguna en Euskadi. Ese día subimos al Cerro de San Cristóbal en el precioso funicular, por cierto, muy parecido al de Igeldo. Desde la cima, la vista panorámica de la ciudad de Santiago y de la cordillera de los Andes es fabulosa. Subimos al cerro porque nos habían comentado que un poquito antes de la imponente imagen de la Virgen María de la cumbre hay una pequeña plaza llamada ¿Euzko Enparantza¿ en la cual el año 1931 un grupo de vascos-chilenos plantaron un retoño del árbol de Gernika que hoy, 83 años más tarde, se ha convertido en un hermoso roble sano y fuerte. Realmente, encontrar ese rincón fue algo que me emocionó profundamente al estar a miles de kilómetros en un día tan significativo para mí. Intenté ponerme en la piel de todas esas personas que algún día tuvieron que partir lejos de Euskadi por circunstancias de la vida. Lo doloroso que debe ser dejar atrás a tus seres queridos, amigos, costumbres, idioma¿ los lugares que te han visto crecer. Y pese haber pasado tantos años y estar tan lejos, esas personas eran capaces de seguir amando a Euskadi y de no olvidar sus raíces. Me sentí tremendamente orgulloso de poder celebrar el Aberri Eguna en un sitio tan especial como ese.


En ese momento pensé cuánto me gustaría poder viajar en una máquina del tiempo 200 años atrás y conocer las discusiones y argumentaciones que se daban en aquella época entre los partidarios de la independencia de Chile y los de la pertenencia a España. No sé por qué, pero me imagino que no serían muy diferentes en esencia a las que manejamos actualmente. Desafortunadamente, en aquella época ambas partes se vieron empujadas a emplear la fuerza para defender sus ideas. Quizás por eso, para que las futuras generaciones recordaran el enorme sacrificio que supuso luchar por su independencia, aquellos primeros chilenos libres decidieron adoptar como lema: “Por la razón o la fuerza".

De la lectura de esos textos, la conclusión que pude sacar es que hace 200 años todo lo que se encontraba bajo el dominio del imperio español era la nación española. El imperio era la nación. Ahora, dos siglos más tarde, hay quien se empeña en llamar nación española a los restos de lo que fuera aquel imperio. Pero lo cierto es que siguen existiendo en España naciones a las que se les niega su existencia y el derecho a expresar democráticamente su voluntad política. Exactamente igual que lo que ocurría con todos esos países en la constitución española de 1812. La nación española no ha sido, ni es, ni será única e indivisible. La historia lo viene demostrando y no se puede utilizar como pretexto para impedir que las diversas naciones que existen en España puedan decidir democráticamente su futuro.

Personalmente, no comparto la expresión “por la razón o la fuerza". Al contrario, creo que en el año 2014 todas las aspiraciones políticas deberían poder ser realizables “por la fuerza de la razón".

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