EAJ-PNV Arrasate ha expresado su profunda indignación y repulsa ante el acto vandálico perpetrado en la madrugada del pasado sábado, cuando la cruz situada en el alto del monte Udalaitz, que rendía homenaje a los montañeros fallecidos, desapareció tras ser brutalmente serrada su base. Este acto representa una grave ofensa no solo hacia los montañeros a quienes se honraba con este símbolo, sino también hacia sus familias y, especialmente, hacia las más de 60 personas que, en 1971, realizaron el arduo trabajo de subir la cruz hasta la cima mediante un esfuerzo colectivo y solidario en auzolan.

La cruz, erigida a 1.120 metros de altura, ha sido un símbolo de respeto y memoria hacia quienes han perdido la vida en la montaña, y su desaparición constituye una falta de respeto incalificable. El mensaje encontrado en el lugar del suceso, acompañado de una pequeña sierra y un poema, no justifica de ninguna manera el desprecio mostrado hacia este emblema tan significativo para la comunidad.

Este no es el primer ataque vandálico contra una cruz en honor a los montañeros. En 1977, la cruz de Tellamendi fue derribada por la Guardia Civil y, en ese mismo año, se reconstruyó en el mismo lugar, como símbolo de la voluntad y el respeto de quienes valoran nuestras tradiciones y símbolos.

EAJ-PNV Arrasate exige la apertura de una investigación para esclarecer lo ocurrido y que se tomen las medidas necesarias para que este acto no quede impune. Asimismo, confía en que la cruz de Udalaitz será reconstruida y colocada nuevamente en su lugar, como homenaje a los montañeros fallecidos y en respeto a quienes, con tanto esfuerzo, la colocaron en lo más alto del monte.

La formación jeltzale subraya que no se puede permitir que actos vandálicos de esta naturaleza se repitan, ya que es responsabilidad de todos preservar la memoria y los símbolos que forman parte de la historia y que honran a quienes nos precedieron.