La diputada de Cuidados y Políticas Sociales, Maite Peña, y el director de SIIS Centro de Documentación y Estudio, Joseba Zalakain, han presentado esta mañana los resultados recogidos en la cuarta edición de la Encuesta de Pobreza y Exclusión Social de Gipuzkoa. La operación estadística, promovida por la Diputación Foral de Gipuzkoa y realizada por SIIS, expone los principales datos relativos a la extensión de las situaciones de pobreza, privación, exclusión y desigualdad, y da continuidad a las realizadas en 2012, 2014 y 2018. La diputada ha subrayado que esta encuesta muestra un territorio “cada vez menos desigual y más cohesionado”, con un índice Gini “de record”, pero también ha añadido que “la recuperación económica no está llegando a los sectores con mayores dificultades, ya que se puede observar un riesgo de cronificación de las situaciones de pobreza”.

El índice Gini, que mide la desigualdad de renta, ha caído en cuatro puntos desde 2008, colocándose en 23,0 puntos, “un dato que nos coloca entre los territorios con menor desigualdad del mundo”. Y lo mismo ocurre, en palabras de Maite Peña, con el indicador S80/S20 y con la tasa AROPE, que ha bajado en 3,3 puntos desde 2018, de 19,2% al 15,9%, “un valor históricamente bajo”. En cuanto a los principales datos de exclusión e inclusión social, el 60% de la población de encuentra en una situación de integración plena, el 24,9% en situación de integración precaria; mientras que un 6,4% se encuentra en situación de exclusión moderada, y un 9,7% en situación de exclusión severa.

La diputada también ha repasado los indicadores de pobreza, y el porcentaje de población que se encuentra en situación de bienestar, es el más elevado desde que se comenzó a realizar esta encuesta en 2012, que alcanza el 85,6% de la población. Sin embargo, el 14,4% se encuentra en situación de riesgo de pobreza (umbral 1.000 euros por persona), es decir, 102.300 personas, aunque este porcentaje también ha caído en 2 puntos desde 2018; y el 5,9% de la población se encuentra en situación de pobreza severa (umbral 666 euros por persona), 42.200 personas en Gipuzkoa.

La mayor parte de los indicadores relacionados con la pobreza y la exclusión social han mejorado también en consonancia con lo ocurrido en el resto de los territorios de nuestro entorno y con la mejora de los indicadores económicos y laborales. La situación comparativa es “muy favorable” casi en todos los indicadores, “incluso con la UE”, ha remarcado la diputada. Además, ha resaltado que Gipuzkoa es el único territorio que realiza una encuesta semejante, junto con Euskadi.

Los principales indicadores analizados muestran una mejora de la situación de Gipuzkoa, “un territorio cada vez menos desigual”: “Unos datos esperanzadores y, en general, muy positivos, también evolutivamente”, ha declarado Peña. Sin embargo, ha remarcado que “no hacemos una lectura complaciente, sino que tomamos todos estos datos como base para seguir trabajando en políticas concretas que nos lleven a erradicar la pobreza y terminar con las desigualdades sociales”. Esta cuarta edición de la encuesta “nos muestra que la recuperación económica no está llegando a los sectores con mayores dificultades, lo cual nos pone de manifiesto, al conjunto del territorio, la necesidad de avanzar en una estrategia integral, multidimensional y compartida contra la exclusión social, la pobreza y la desigualdad”, ha concluido la diputada.

Cuarta edición de la encuesta

La encuesta analiza tanto la extensión de las situaciones de pobreza, desigualdad o exclusión en Gipuzkoa, y su evolución, así como las condiciones de vida de la población en situación de pobreza, con relación a diferentes ámbitos de la vida cotidiana. Esto así, Joseba Zalakain, director de SIIS, ha explicado que se trata de una encuesta realizada en 1.500 hogares, una vez finalizada la crisis de la Covid-19, en un contexto de crecimiento económico y del empleo, de inflación y subida de precios, y en un contexto de políticas sociales expansivas.

El principal resultado que refleja la encuesta es la reducción de las tasas de pobreza y desigualdad, salvo el indicador de pobreza severa, que se mantiene. Es destacable, a su vez, la mejora en la práctica totalidad de los indicadores subjetivos, como son la capacidad de llegar a fin de mes, la reducción de gastos, etc., si bien ha crecido ligeramente el porcentaje de quienes se consideran pobres, “probablemente debido a la inflación”, ha explicado Joseba Zalakain.

También ha explicado que esa reducción de las tasas de pobreza y desigualdad, se observa también en otras fuentes de datos, como el Atlas de Distribuciones de la Renta del INE, como la Encuesta de Pobreza y Desigualdades de Euskadi, que muestran una “tendencia a la baja de esos indicadores en Gipuzkoa”. Entre las razones que pueden explicar la mejoría, pueden ser la favorable evolución del empleo, las subidas del SMI, la creación del empleo, la reducción de la desigualdad salarial con un mayor crecimiento de los salarios bajos o las mejoras en las herramientas de protección social.

Zalakain ha explicado que, “aunque persisten, las desigualdades entre colectivos se reducen”. Aun así, la edad, la ocupación y el origen siguen siendo un factor esencial en relación al riesgo de pobreza. Para finalizar, ha repasado las condiciones de vida de la “población pobre”, y ha subrayado que tiene mayor peso la población infantil, juvenil e inmigrante, es ligeramente más femenino, con un menor nivel educativo y de ocupación laboral, y con menor nivel de conocimiento y uso del euskera.