La Diputación Foral de Gipuzkoa ha presentado esta mañana su proyecto presupuestario para 2024, unas cuentas que, según ha afirmado la diputada general Eider Mendoza, destacan por su carácter “inversor, social y transformador” y están configuradas para que Gipuzkoa “siga creciendo” tanto en el campo de los cuidados y de las políticas sociales, como en el desarrollo de la economía y del empleo. En total se destinarán 1.160 millones de euros, 30 millones más que en 2023 (+2,7%), entre las cuales destacan las partidas destinadas a la residencia y espacio innovador en envejecimiento y salud Adinberri, el despliegue del nuevo modelo residencial, la puesta en marcha del centro de nueva movilidad MUBIL, el proyecto para la creación del Centro de Preparación para la Reutilización de Residuos de Naturklima y la fundación Basotik para el impulso de la gestión sostenible de los bosques.

La diputada general ha presentado los presupuestos de 2024 en una rueda de prensa celebrada esta mañana, en la que también han participado el teniente de diputado general, José Ignacio Asensio, y el diputado foral de Hacienda y Finanzas, Jokin Perona. La propuesta ha recibido hoy el plácet del Consejo de Gobierno y será entregada este mediodía al presidente de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Xabier Ezeizabarrena, Se abre así el plazo para debatir las cuentas en la Cámara, primero en comisión, luego a través de enmiendas y finalmente en sesión plenaria.

“Nos encontramos en un momento clave para el futuro de Gipuzkoa, en una coyuntura global marcada por la inestabilidad y la incertidumbre. La economía de Gipuzkoa está respondiendo con fortaleza y tenemos que aprovecharlo para hacer frente a los retos presentes y futuros del territorio. Frente a la inflación y la subida de los precios, proteger la economía de las familias y del conjunto de las y los guipuzcoanos, seguir poniendo coto a las desigualdades; frente a la inestabilidad, un fuerte esfuerzo inversor para favorecer la actividad industrial del futuro, para apoyar a las pymes y al conjunto del tejido económico; frente al cambio climático, impulso a reutilización de los residuos, a la movilidad sostenible y a la transición energética”, ha resumido Mendoza.

Con el foco puesto en el bienestar y la cohesión social de Gipuzkoa, el nuevo presupuesto destinará un total de 515 millones de euros al departamento de Cuidados y Política Social, una cifra nunca antes alcanzada en los presupuestos forales de Gipuzkoa. No en vano, la aprobación de estos presupuestos supondría invertir 724 euros por habitante en políticas sociales, una cifra que se ve incrementada respecto a los 701 euros por persona destinados en el ejercicio anterior, lo que supondrá “un salto desde la perspectiva social” de las cuentas, para garantizar el bienestar y la cohesión social del territorio en un contexto macroeconómico de incertidumbre marcado por una alta inflación y consecuente aumento de los tipos de interés.

Según ha apuntado la diputada general, otra de las características principales del proyecto presupuestario es su carácter “inversor”, ya que prevé destinar más de 262 millones de euros al capítulo de inversiones (16 millones más que en 2023). Todo ello, sin olvidar su “ambición transformadora”, que se materializa a través del programa Etorkizuna Eraikiz y de los centros de referencia ligados a los sectores económicos del futuro.

“Estos presupuestos persiguen lanzar un mensaje de confianza, fortaleza y colaboración al conjunto del territorio. Son unas cuentas que crecen, pero que a su vez fortalecen las finanzas de la Diputación y la capacidad de reacción de la Hacienda foral para hacer frente a cualquier situación crítica, tal y como la institución foral ha hecho en los últimos años. Porque en 2024 queremos apoyar la economía y el bienestar de las y los guipuzcoanos, a las empresas y al empleo, seguir tejiendo los sectores económicos del futuro y activar políticas innovadoras en contra del cambio climático”, ha recalcado la diputada general.

El primer teniente de la diputada general, José Ignacio Asensio, ha señalado que “este presupuesto es un fiel reflejo del pacto de Gobierno alcanzado entre el PSE-EE y el PNV. Un pacto que garantiza la estabilidad institucional y que da respuesta a los retos a los que se enfrentan el territorio y la sociedad guipuzcoana”.

Asimismo, Asensio ha explicado que “los primeros presupuestos de la legislatura 2023-2027 combinan la protección de las políticas sociales con una apuesta decidida por las inversiones estratégicas que permitirán fortalecer el Estado del bienestar y consolidar el crecimiento económico ante las grandes transformaciones: la ecológica, digital y demográfica. Esta idea refuerza de forma definitiva la apuesta de Gipuzkoa por un tejido económico y social fuerte y 100% sostenible; protegiendo a las personas y familias más vulnerables y sentando las bases para una Gipuzkoa más cohesionada y preparada para enfrentar los desafíos del presente y del futuro”.

Adinberri y Nuevo modelo residencial

La propuesta de presupuesto se articula en torno a tres ámbitos prioritarios: el social, el económico y el de la sostenibilidad. En el ámbito social, Mendoza ha destacado que la inversión en políticas sociales sigue “claramente al alza”, con un presupuesto destinado al departamento de Cuidados y de Política Social de 515 millones de euros, entre los cuales se encuentran los 19,2 millones destinados al centro residencial innovador Adinberri. Así, los recursos destinados a realizar inversiones en la red de centros sociales de Gipuzkoa, crecen para 2024 en 14,78 millones de euros, llegando en este capítulo a los 38,4 millones de euros. Esta partida posibilitará materializar la transición al nuevo modelo de cuidados que se está impulsando en los recursos sociales el territorio. Por su parte, el programa destinado a la atención a personas mayores sube hasta los 124,8 millones de euros (+4,33%). A estas cifras hay que añadir además 1,1 millones a la inclusión socio laboral de personas en riesgo de exclusión mediante el programa Elkar Ekin Lanean. En conjunto, el presupuesto del departamento crece en 12 millones de euros (+%2,39) respecto al año pasado y, desde 2016, el presupuesto de esta área ha crecido en cerca de 171 millones de euros.

“La cohesión social es uno de los valores más importantes de nuestro territorio, algo a lo que no podemos renunciar de ninguna manera. Vamos a trabajar decididamente en contra de las desigualdades, protegiendo a las personas más vulnerables, a quienes más pueden estar sufriendo las consecuencias de la inflación, del encarecimiento de la cesta de la compra y de la subida de los intereses de las hipotecas”, ha destacado.

Impulso al tejido económico de Gipuzkoa

En lo que respecta al campo de la economía, Mendoza se ha reafirmado en su determinación por contribuir “a la competitividad, a la innovación y al arraigo” de las empresas guipuzcoanas, así como a la generación de puestos de trabajo de calidad y de “oportunidades” para el tejido de económico. Entre las cifras de esta área, la dotación del departamento de Promoción Económica se sitúa en los 75,8 millones, 3,1 millones más (+4,31%). Asimismo, destaca también la inversión en proyectos estratégicos, que suma 60,81 millones. Según ha desgranado Mendoza, además de la citada Adinberri, los nuevos presupuestos destinarán 22,8 millones para la finalización y el lanzamiento del centro de referencia MUBIL, así como a proyectos referentes como: el Centro de Preparación para la Reutilización de Residuos de Naturklima (5,3 millones), Basotik (2 millones), Koldo Mitxelena (6,5 millones) y Badalab (500.000), entre otros.

Otro de los ámbitos a destacar es del Equilibrio Territorial Verde, que no contaba con un departamento anteriormente, pero cuyas partidas orientadas al desarrollo rural, al equilibrio territorial y a los montes y medio natural ven incrementada su cuantía hasta los 45,8 millones (+5,91). Además de la Fundación Basotik, este incremento se debe a las líneas presupuestarias incluidas para activar las medidas acordadas en el seno de Herritarren Batzarrak, un foro innovador de participación ciudadana que a comienzos de año presentó nueve recomendaciones sobre agricultura y cambio climático, que la Diputación asumió como parte de sus políticas públicas en beneficio de la alimentación sostenible, el equilibrio territorial verde y del primer sector.