Adinkide comenzó su andadura en marzo de 2021, coincidiendo con el inicio de la pandemia, y aunque el programa ya estaba en marcha, debido a las circunstancias el programa fue presentado más adelante, en octubre, en el Día Internacional de las Personas mayores.

Tras más de un año acompañando a personas mayores en situación de soledad, la entidad social Adinkide y el Ayuntamiento de Tolosa han querido hacer balance y un nuevo llamamiento a la ciudadanía para participar en el programa como voluntario/a o usuario/a.

La alcaldesa de Tolosa, Olatz Peon Ormazabal, ha destacado que “el envejecimiento de la población es un reto de primera magnitud”, y por ello, “el Ayuntamiento lleva años desarrollando e impulsando estrategias y politicas sociales en respuesta a las necesidades actuales y futuras de la población poniendo en marcha nuevas iniciativas o servicios”. “Recientemente hemos reforzado el servicio de atención domiciliaria y en breve introduciremos importantes mejoras en el servicio de atención diurna; este programa puesto en marcha el pasado año desde la colaboración público-comunitaria se enmarca dentro de la estrategia de envejecimiento activo y saludable que venimos impulsando desde hace años con el objetivo de garantizar el bienestar y la autonomía de las personas mayores y responder al reto del envejecimiento de la población ” ha destacado la alcaldesa.  “Y es que para el año 2031 el 46% de la población tendrá más de 55 años, por tanto, resulta prioritario abordar el tema del envejecimiento también desde la prevención y la promoción de la salud” ha concluido Olatz Peon Ormazabal.

Creando relaciones de amistad

La soledad afecta directamente a la salud física y mental de la población en general, pero en especial de las personas mayores. Por ello, el programa tiene como objetivo combatir la soledad de las personas mayores a través de relaciones de amistad.

María Carpintero, responsable de Adinkide en Tolosa, ha explicado que actualmente el grupo de Tolosa está conformado por un total de 14 personas voluntarias y 10 personas mayores. Y durante este tiempo se han realizado un total de 28 actividades de socialización como por ejemplo: paseos, conciertos de música o visitas al teatro, entre otras. Este tipo de actividades se han realizado teniendo en cuenta las opiniones y propuestas de las personas mayores.

Mireia Carceller, persona voluntaria de Adinkide, acompaña a Mari Carmen, una mujer tolosarra de 86 años. La voluntaria de Adinkide ha valorado positivamente la relación de amistad y apoyo mutuo que está tejiendo con la persona mayor.

Las personas voluntarias se reúnen con las personas mayores al menos 2 horas semanales para pasear, conversar... y de esta manera se crean vínculos afectivos de confianza y amistad.  Aunque el programa es flexible, se promueve que las actividades se realicen fuera del lugar donde viven las personas mayores para fomentar la socialización y la participación de las personas mayores en el municipio.

Voluntariado flexible y enriquecedor

Carceller ha animado a las y los tolosarras a hacer voluntariado en Adinkide, un voluntariado flexible y enriquecedor para quien lo realiza: por un lado, “contribuyes a que las personas mayores que viven a tu alrededor puedan envejecer con más salud, calidad de vida, compañía y dignidad; y, a la vez, te acerca a tu propio envejecimiento, sin prejuicios, derribando estereotipos que hoy pesan sobre la vejez; te enseña a gestionar tu propia soledad, algo por lo que seguramente pasaremos toda la población tarde o temprano”. “Y es que, - ha continuado- si atendemos a las proyecciones demográficas y sociológicas, tenemos que ser conscientes de que quienes hoy somos más jóvenes viviremo más años, pero también más solos, en una sociedad cada vez más envejecida, solitaria, individualista e impersonal, de ahí la importancia de que todas y todos naturalicemos en nuestro día a día lo saludable que es tejer relaciones vecinales y de amistad entre distintas generaciones”.