El Ayuntamiento de Donostia ha colocado una placa en memoria de Begoña Urroz Ibarrola, fallecida hace 60 años como consecuencia de un atentado con bomba en la estación del tren de Amara, dentro de la iniciativa impulsada desde la pasada legislatura para dar visibilidad en el espacio público a las personas víctimas de violencia de motivación política que perdieron la vida en la ciudad.

Cuando se cumplen 60 años de su fallecimiento víctima de un atentado, familiares de Begoña Urroz han asistido al acto memorial,  que ha estado presidido por el alcalde de la ciudad, Eneko Goia y representantes de varios grupos municipales.

Begoña Urroz, de 22 meses, falleció a consecuencia de una bomba colocada el 27 de junio de 1960 en la estación del tren de Amara. Las graves quemaduras provocadas por la explosión le provocaron la muerte un día más tarde en la clínica del Perpetuo Socorro. Durante años se especuló con la posibilidad de que la autoría fuera de ETA, pero la investigación de los historiadores ha concluido que aquel atentado fue obra del Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL). 

De esta manera, el Ayuntamiento continúa adelante en el camino de la recuperación de la memoria y su visibilización en el espacio público de aquellas víctimas de motivación política que perdieron la vida en nuestra ciudad.

Hasta el momento, se han colocado placas en memoria de Juan Maria Araluce, José María Elícegui Díez, Antonio Palomo Pérez, Luis Francisco Sanz Flores, Alfredo García González,   Gregorio Ordoñez (asesinados todos ellos por ETA) en el lugar en el que fueron asesinados. Además, la legislatura pasada se colocaron sendas placas en la sede de Dbus en recuerdo de Mikel Zabalza y de Angel Portugal, chóferes de la Compañía del Tranvía. También se recordó en sendos actos coincidiendo con distintos aniversarios a Alfonso Morcillo, sargento de la Guardia Municipal asesinado por ETA, y a Tomás Alba, asesinado por el Batallón Vasco Español.