“La política de la UE en el Mediterráneo de prestar ayuda a los guardacostas libios para que apresen a los migrantes es inhumana. La comunidad internacional no puede seguir haciendo la vista gorda a los horrores que sufren los migrantes” ha señalado Maria Eugenia Arrizabalaga, portavoz de EAJ-PNV en las Juntas Generales de Gipuzkoa en relación a la comparecencia de representantes de Aita Mari SMH en la Comisión de Derechos Humanos solicitada por el grupo juntero de EAJ-PNV. “El auxilio a personas náufragas y la protección de los derechos de todas las personas, es una obligación de los Estados". 

“La Unión Europea – ha añadido Arrizabalaga – debe diseñar con urgencia un modelo de gestión de garantice los derechos de personas migrantes y refugiados, de las personas naufragas asistidas en alta mar y de las personas que trabajan salvando vidas en el Mediterráneo”. “Desde el grupo juntero de EAJ-PNV – ha continuado la portavoz abertzale – queremos mostrar nuestro firme compromiso con lo que exige la ciudadanía guipuzcoana para garantizar los derechos de los refugiados y personas migrantes, y con lo que dictan la conciencia cívica y los principios humanitarios”. 

“A pesar de la inaceptable actitud de bloqueo al Aita Mari que ha mantenido el gobierno de España – ha subrayado – al final el Aita Mari pudo zarpar y rescatar a 78 náufragos, salvar a 78 seres humanos de una muerte segura, y por ello, desde el grupo juntero de EAJ-PNV queremos reafirmar nuestro más sincero agradecimiento por la labor que realiza el Aita Mari y ofrecerles todo nuestro apoyo”. Maria Eugenia Arrizabalaga ha mostrado su acuerdo con la idea expresada por el portavoz de SMH, según la cual, las instituciones vascas (aunque no dispongan de competencias en políticas de asilo y migración) sí son competentes a la hora de hacer pedagogía social a favor de los derechos humanos y de los valores de respeto y convivencia entre todas las personas independientemente de su origen. 

Maria Eugenia Arrizabalaga ha concluido instando nuevamente al Gobierno del Estado y a la UE al cumplimiento íntegro de los compromisos adquiridos en relación a la acogida de refugiados y personas migrantes, “compromisos que ni la UE ni el Estado nunca han cumplido, y tienen completamente olvidados".