En una unanimidad poco habitual en el Parlamento Vasco, todos los grupos han firmado una Proposición no de Ley en la que se apuesta por un nuevo modelo de empresa más inclusivo y participativo que tiene en la  persona el eje troncal de la actividad empresarial; un consenso que el parlamentario Aitor Urrutia ha puesto en valor por lo inusual del mismo, y más, ha añadido, cuando estamos hablando de una iniciativa que supondrá un cambio muy determinante en las relaciones laborales y empresariales. “Hablamos de un modelo de empresa innovador y más participativo que asegurará a las empresas afrontar con decisión y solvencia los retos y las necesidades futuras. Respetando la libertad de elección de cada cual a la hora de conformar su empresa, proponemos las bases de un modelo que socialmente es más justo y absolutamente enraizado al país; un modelo que pueda contribuir en el corto-medio plazo a dar respuesta desde Euskadi a preguntas que tienen que ver con los empleos del futuro”.  

Los y las trabajadoras, ha apuntado Urrutia, “son el motor imprescindible para la buena marcha y la competitividad de las empresas, y por ello tienen que estar en el centro de la actividad y la gestión. Aportan conocimientos, creatividad, inteligencia y capacidad de trabajar en equipo. La persona será el eje del proyecto empresarial”. Nos situamos ante un nuevo paradigma en el que la colaboración y la implicación de todos los agentes en un proyecto compartido se abrirán camino, sustituyendo vías como la de la confrontación o la lucha, ha defendido el representante jeltzale.

La Proposición que hoy todos los grupos han respaldado nace de las reflexiones que la Asociación de Amigos de Arizmendiarrieta dejó en una comparecencia parlamentaria hace ya un año. Su propuesta pasaba por trasladar al conjunto empresarial vasco los valores y principios del cooperativismo. Un guante que ha sido recogido por los grupos y que se traduce en el impulso de un nuevo tejido productivo más humanista. “Hablamos de un modelo inclusivo-participativo de empresa fundamentado en cuatro ejes: cultura de cooperación y preocupación por las personas, participación de los y las trabajadoras en la gestión y resultado de las empresas, estrategias de crecimiento sostenible y atención a las necesidades de la comunidad en la que se asienta. Un cambio de paradigma que requerirá del compromiso y la implicación de las instituciones públicas, las empresas, los comités y los agentes sociales y sindicales”, ha manifestado Urrutia, convencido de que aplicando estos principios tendremos las herramientas necesarias para responder a los retos futuros.