“No se está prestando suficiente atención a la dimensión económica de Donostia 2016. Sigue faltando una estrategia de preparación de la ciudad y del entorno para que 2016 sea, además de un importante evento cultural y social, un medio para fortalecer la economía de la ciudad”, advierte Goia. “Hay ciudades que han sabido aprovechar su capitalidad cultural europea para lograr importantes incrementos en su número de visitantes y pernoctaciones, además de su proyección internacional. Liverpool, con una subida del 26% en las pernoctaciones, Linz y su incremento del 19% o Graz (22%), son claros casos de éxito en este sentido. Praga, con un descenso del 6% o Bergen, con un mínimo incremento del 1%, son ejemplos en los que la Capitalidad Europea no ha logrado el impacto económico que sería deseable. Si queremos tener éxito, los cimientos debemos ponerlos ahora”, señala el portavoz jeltzale.

“Los ejemplos de otras ciudades nos muestran que las buenas oportunidades se pueden aprovechar debidamente o no, y más allá del acierto, calidad y éxito del programa cultural de la capitalidad que corresponde elaborar y ejecutar a la Fundación Donostia/San Sebastián 2016, se hace necesario implementar también una estrategia que permita aprovechar la oportunidad que nos brinda la Capitalidad 2016”, resalta Goia.

“Dadas las características de Donostia, donde el desarrollo turístico constituye uno de sus principales recursos, la Capitalidad Europea de la Cultura 2016 es una oportunidad para fomentar la economía local y conseguir un mejor posicionamiento internacional. Preparar la ciudad para 2016, y convertir este evento estratégico en un éxito para Donostia, Gipuzkoa y el conjunto del país, es algo en lo que el Ayuntamiento tiene que implicarse a fondo, junto a las demás instituciones (Gobierno del estado, Gobierno Vasco, Diputación y ayuntamientos del entorno), a las entidades ciudadanas (asociaciones culturales y sociales, comercio, hostelería, hotelería). Es preciso moverse con rapidez y decisión para que hacer que esto sea posible”, concluye Eneko Goia.