El alcalde de Elgoibar, Alfredo Etxeberria, acompañado por el gobierno municipal ha colocado en las escaleras de acceso al salón de plenos la misma Ikurriña que el alcalde Jaime Arrese izara en el balcón de la casa consistorial el 19 de enero de 1977 y una placa en el exterior del edificio denunciando la imposición que supone la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que obliga al consistorio a que la bandera española ondee en un lugar de honor tanto en el exterior como en el interior del edificio.

Alfredo Etxeberria ha leído durante el acto las palabras que el alcalde en 1977, Jaime Arrese pronunciara el día en el que izó la ikurriña en el balcón de la casa constistorial de Elgoibar: “Un paso decisivo para la convivencia y la solidaridad que desea toda Euskal Herria”. Asimismo, ha señalado que la sentencia supone “la imposición de una bandera, la española, que los elgoibarreses no sentimos como propia. Si una bandera no es aceptada no tiene valor. La mayoría del pueblo sentimos como propia la ikurriña y ese valor que otorga dicho sentimiento es el que buscamos reconocer: el valor de un símbolo, la ikurriña, que no es cuestionado por nadie”.

Al acto han asistido numerosos ciudadanos, además, representantes de distintos partidos y movimientos sociales, entre los que se encontraba el portavoz del grupo juntero EAJ-PNV, Markel Olano. El portavoz jeltzale en las Juntas Generales ha condenado la imposición de una bandera que no representa el sentir mayoritario de la sociedad guipuzcoana: “El Tribunal Supremo con su sentencia ha querido alimentar un conflicto político en cuya base está la imposición de una nacionalidad, la española, de la que la mayoría de la sociedad vasca y guipuzcoana no se siente parte, puesto que tienen un sentimiento de pertenencia euskaldun. Por lo tanto, la ikurriña es la que representa a la gran mayoría de la sociedad y no la bandera española”.